Un grupo de ranas caminaba por el bosque, cuando el suelo se hundió bajo sus ancas y se encontraron atrapadas en un hoyo. Aunque intentaron con mucho esfuerzo salir, saltando, subiendo por las paredes e incluso ayudandose unas a otras, no lo consiguieron, por lo que se resignaron a vivir allí. Bien pensado, tenían agua para beber, mosquitos para comer y hasta una pequeña poza para bañarse, además de convivir, en aquel espacio relativamente amplio, ranas y ranos, con las múltiples posibilidades que ese hecho proporcionaba. No se estaba mal en aquel lugar, al fin y al cabo.
Un día, otra rana despistada cayó en el agujero. Y, como es lógico, intentó salir. Las demás le avisaron de que no se podía escapar, primero hablando y más tarde con gestos y gritos.
La nueva rana continuó intentándolo, agarrándose a las paredes, a las raíces y a los salientes, esforzándose, luchando, sudando. Mientras, las otras ranas le gritaban cada vez mas fuerte, diciéndole que no merecía la pena el esfuerzo.
¡Ni lo intentes! ¡Trabajas en vano! ¡Te vas a dislocar un anca! ¡No se puede salir! ¡Que no se puede saliiiiiiir!. Sorprendentemente, tras esfuerzos inimaginables, la rana aventurera por fin llegó arriba. Miro hacia abajo y observando, extrañada a las demás dijo: ¿Quééé? . Esta rana era sorda.
Yo tambien podre salir del agujero que haga falta como mi amiga la rana y si no mirar como trabajo y me esfuerzo en mi escuela "Ababol" hasta en el dia de mi cumple jejeje. |